Efeito Borboleta, una vocación para toda la vida

Ya ha pasado más de una semana desde que nos cuatro regresamos a España. Retomando nuestra vida, comprobamos que aún caminamos por las calles de Breves y Portel, por las grandes avenidas de Belém. Ahí vamos. Aquí, pero con el corazón allí…

Nuestra experiencia en Marajó ha activado muchos resortes internos que hacen que YA NADA SEA IGUAL… No puede ser lo mismo.

La sonrisa de las crianças, inocente y honesta, es un motivo para levantarse cada día. Una razón -otra- para plantearnos cómo mejorar esa pequeña parcela de universo que Dios ha confiado bajo nuestra responsabilidad.

Son ya muchos PUENTES Y LAZOS los que se han tendido entre el sur de España y el norte de Brasil. Dios se ha servido de nosotros para llevar su Palabra. Y nuestras manos y nuestra voz han sido MENSAJE DE DIOS para todos esos pequeñuelos, amadísimos del Padre.

Nuestro corazón es ya, para siempre, marajoara. Nuestra alma es un poco de allí. Está bañada por el agua del Amazonas, que ha humedecido nuestra senda de vida.

Por eso queremos dar GRACIAS a los agustinos recoletos por esta oportunidad. Y a la comunidad educativa de la Escola Santa Mónica por la espléndida acogida a estos cuatro llegados de la otra parte del mundo.

Parece que nuestra historia tiene su punto y seguido: el efecto mariposa ha logrado unir dos realidades y hacerlo para siempre.

-Recordadnos, que nosotros nunca olvidaremos Marajó ni a sus gentes.

Aunque, más que recordar, el secreto radica en VIVIR TENIÉNDONOS PRESENTES. Sabiendo de la existencia del otro. Haciendo nuestros sus problemas.

Esto ha sucedido con nosotros. Con esta última página se cierra este blog misionero que ha cambiado nuestras vidas. Pero, ahora la vida sigue y nos necesita. Tal y como estamos ahora. TRANSFORMADOS. REPLETOS DE DIOS. Allá vamos…

 

Deja un comentario